
-"Abraham", dijo la Voz. Y Abraham respondió: "Aquí estoy, Señor". -"Toma ahora tu hijo único, Isaac, tu bien amado, y vete a la tierra de Moriah, y sacrifícamelo allí en holocausto". -"Así lo haré, Señor, porque tú me lo mandas" -"¡Abraham! - dijo Sarah, su mujer- ¡ABRAHAM!!!! ¡Que ya estás otra vez hablando solo! ¿Te has tomado la medicación? -Pues.. me parece que se me ha olvidado. -Pues ni un día puedes dejarlo, ya lo sabes. Que luego vienen las dichosas voces y te pones a hacer disparates. Hala, te traigo las pastillas ahora mismo. Etiquetas: Irreverencias |