 No me consuela nada que me digan que a su edad yo fui como ellos; no me gusta la actitud de esos jóvenes. Los veo pasar por ahí abajo, destrozando la vegetación; ellos ni me miran, su vista siempre enfocada a lo material, desplazándose con indolencia, dejando a su paso un rastro de estropicios, haciendo sufrir a los árboles en vez de acaricarlos, cultivarlos. Estos críos sólo piensan en comer, y en hacer el capullo.
Menos mal que cuando salgan del capullo es de esperar que serán como yo, y estarán dotados de unas hermosas alas, y volarán llenos de gracia a libar el néctar de las flores. Me consolaría verlos entonces, pero, ay, yo ya no estaré aquí. ¡Es tan corta la vida de las mariposas!.
Moraleja: un insecto puede criticar a su progenie porque le sale de los huevos. Etiquetas: Epiciclos |