-Con la venia, Gran Estudioso, informo de la aparición de otra figura espiritual digna de atención en el planeta Tierra.
-La Tierra, ese planeta de primates semiinteligentes tan primitivo y brutal. ¿Cómo pueden florecer en ese albañal tantas rosas, tantos bellos ejemplos, con tanta frecuencia?
-Con la misma frecuencia con la que son perseguidos y martirizados, lloro al decirlo. Este primate no ha sido una excepción. Al principio llamó la atención de las masas, que lo siguieron a todas partes ávidas de maravillas. Pero nadie de entre la multitud comprendió sus palabras, menos incluso esta vez que de costumbre. Al fin, la masa se volvió contra él, y donde antes había espectación, ésta se tornó miedo, y odio. Los soldados lo han perseguido y martirizado, y ahora está en el punto más elevado de la ciudad, a punto de morir. Me he transportado al instante a informar, por si quieres disponer que su alma es digna de unirse a nosotros en nuestro Gran proyecto de llevar la Iluminación a todas las inteligencias.
-Tu informe resumido casi me ha convencido de ello. Invoco al Gran Visor Trascendente para que se nos muestren sus últimos momentos. Ya lo veo. Su figura es bien visible, en lo más alto de esa estructura. ¿Qué son esas manchas que revolotean a su alrededor?
-Aeroplanos, su Señoría. Le están disparando. El pequeño bulto que se agita en su mano es una hembra de otra estirpe primate. Hay una gran diferencia de tamaño entre familias.
-Ha depositado a la hembra en una superficie segura. Con cuánto amor, con qué cuidado lo hace. Ay. Los aeroplanos le han alcanzado el corazón. Cae, cae hacia la muerte, qué larga caída.
"Estoy conmovido. Que su alma se preserve en nuestros bancos de memoria, y al final un avatar suyo se nos una en el coro eterno de inteligencias iluminadas. Entretanto, te encargo a ti que cuides de que su labor no se olvide.
-Así lo haré. Difundiré su historia entre todos los de su estirpe, que viven en las selvas alejadas de la civilización perversa, o que por esa misma civilización, viven cautivos en el centro de las ciudades. Todos sabrán que murió para salvarles, y que tal vez algún día regrese entre ellos para darles la redención completa.